Conoce la historia de la ciudad de León, desde sus comienzos como campamento romano hasta la actualidad.
León es un municipio y ciudad leonesa, capital de la provincia del mismo nombre situada en el noroeste de la península ibérica y perteneciente a la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
La ciudad de León fue originalmente fundada en el año 29 a.C como un campamento de la legión romana de Legio VI Victrix, asentada entre los ríos Bernesga y Torío para proteger las rutas de las minas de oro del noroeste de la península. A partir del año 74 d.C el campamento provisional pasó a ser un asentamiento definitivo con la ocupación de la legión Legio VII Gemina que permaneció aquí hasta principios del siglo V.
Durante la invasión musulmana la ciudad fue prácticamente abandonada, habitada solo por grupos de población mozárabes. Después de la reconquista, que permitió doblegar los ejércitos árabes hasta el Duero, León fue adherido al Reino de Asturias en el año 856 gracias el Rey Ordoño I, quien reconstruye las murallas.
Cuando el último Rey asturiano Alfonso III el Magno murió, dividió el Reino de Asturias entre tres de sus hijos, dejando León a García I, Galicia a Ordoño II y Asturias a Fruela II. Con la muerte de García, Ordoño II se trasladó a León donde fue proclamado rey.
Este hecho hizo que Galicia y León compartieran el mismo rey, por lo que la capital del reino se trasladó de Oviedo a León, fundándose así el Reino de León. Durante el reinado de Ordoño II, León llego a ser la ciudad más importante de la España cristiana.
Durante los siglos siguientes León fue un reino clave para expulsar los ejércitos musulmanes de gran parte de la península.
En el año 1188 bajo el reinado de Alfonso IX se celebra en León la primera asamblea estamental medieval de Europa conocida como Las Cortes de León, que tuvo lugar en la Colegiata de San Isidoro.
Durante estos siglos la ciudad experimentó un gran crecimiento, tanto en población como en cultura, debido a la posición privilegiada en el recorrido del Camino de Santiago. Esto supuso un flujo bastante importante de gente que trajo consigo comercio, cultura, ideas y arte.
Durante el siglo XIV León sufre una gran desaceleración en su crecimiento a consecuencia de una importante crisis económica resultado de una merma de las cosechas debidas a cambios meteorológicos en toda Europa. Para colmo la llegada de la peste a durante 1349 y 1350, golpeó duramente la ciudad, provocando la muerte de un tercio de la población.
No obstante la población se recupera ligeramente recién entrado el siglo XV, llegando a alcanzar una población de alrededor de cinco mil habitantes. Se construyen nuevas casas, se reconstruyen y amplían las ya existentes y se expanden los barrios de extramuros.
El siglo XVI estuvo protagonizado por la Guerra de los Comuneros, un movimiento propiciado por la emergencia de grupos sociales del pueblo llano que no encajaban con los esquemas sociopolíticos de la sociedad estamental.
Este movimiento fue una excusa que aprovecharon las dos familias más importantes de la época, los Guzmanes, de parte de los comuneros, y los Quiñones, de parte de la corona, para arreglar sus tensiones y diferencias mediante una guerra.
Durante los siglos XVII y XVIII el crecimiento demográfico se estancó como el de la mayoría de las ciudades de la meseta norte. Por aquel entonces la población era de cinco mil quinientos habitantes. No fue hasta finales del siglo XVIII con la llegada del movimiento de la Ilustración, cuando la ciudad recibió un impulso con la construcción de nuevos edificios y centros públicos.
Durante la división territorial establecida por el Secretario de Fomento Javier de Burgos en 1833, León fue nombrado capital de su provincia en una región formada por León, Salamanca y Zamora, llamada Región de León.
Entre el siglo XIX y XX la provincia de León experimentó un gran crecimiento gracias a las explotaciones de carbón, que originaron la transformación de la provincia en un punto comercial clave en el noroeste de España. Se generaron industrias alrededor de la minería y se crearon nuevas infraestructuras de transporte como el ferrocarril.
En 1904 se procedió al ensanche de la ciudad, conectando el Casco Antiguo con la estación de tren mediante grandes y amplias calles, dando origen a la Avenida de Ordoño II y la Avenida de San Marcos.
En la actualidad León es una ciudad próspera, llena de cultura, historia y arquitectura, que combina los edificios más antiguos con modernos barrios residenciales que han ido creciendo alrededor del centro, como son Eras de Renueva o La Lastra. Se pueden ver monumentos como la Catedral, la Basílica de San Isidoro, el Antiguo Monasterio de San Marcos y el Palacio de Botines o edificios modernos como el Auditorio, el edificio de la Junta de Castilla y León, el Edificio de Europa o el conocidísimo MUSAC.
León recibe miles de visitas todos los meses de turistas procedentes de toda España y del extranjero que buscan vivir de primera mano la amabilidad y simpatía de sus gentes, su gastronomía, sus monumentos y sus fiestas.