El Arco de la Cárcel es una de las cuatro entradas de la antigua muralla romana, que da acceso al casco viejo de León.
La antigua muralla romana de León contaba con cuatro puertas, cada una situada en uno de los cuatro puntos cardinales. Daban acceso a las principales vías de la ciudad.
El Arco de la Cárcel o Puerta Castillo es una de estas puertas de entrada y la única que se conserva después de que la Puerta del Obispo, que se encontraba entre la Catedral y el Palacio Episcopal, se demoliera en el año 1910. El actual arco se reconstruyó durante el siglo XVIII pero conserva parte de la estructura medieval, como demuestran varias inscripciones. En la actualidad sirve como lugar de paso entre la Plaza del Espolón y la Plaza Puerta Castillo.
El nombre de Arco de la Cárcel lo adopta del castillo adyacente que en su día sirvió como cárcel de la ciudad. Este edificio se construyó sobre la muralla romana durante la edad media, se dice, aprovechando una fortificación romana ya existente.
En 1649 el Duque de Hijar fue encarcelado acusado de conspiración contra Felipe IV y murió aquí después de 15 años de cautiverio. Con el paso de los años se utilizó de forma intermitente como centro de reclusión hasta que en 1976 se le adjudicó la función de almacenar los Archivos Históricos de la Ciudad de León, función que en la actualidad sigue realizando.