El Museo de San Isidoro es uno de los más importantes de León, en el cual se puede observar el Tesoro y el Panteón de Reyes.
La Basílica de San Isidoro es uno de los monumentos más importantes de la capital leonesa, una muestra bastante significativa de la arquitectura románica en España. A lo largo de su vida ha ido acumulando una amplia colección de arte sacro y tesoros, que en su momento le dieron gran prestigio y grandiosidad.
El museo, también conocido como El Tesoro, se encuentra en La Tribuna, una antigua dependencia perteneciente a la reina Sancha, esposa del rey Fernando I y que posteriormente sería ocupada por el canónigo Santo Martino.
En esta dependencia, también conocida con el nombre de Cámara de Doña Sancha, se conservan objetos sagrados y un amplio ajuar litúrgico, ofrendas que en sí encierran un poco de la historia del antiguo Reino de León.
Aunque el museo protege una buena cantidad de objetos solo hay expuestos una pequeña parte:
Arca de San Isidoro: es una receptáculo de madera forrado en plata con relieves de Adán y Eva en el Paraíso fabricada alrededor del año 1065 y que guardó durante 900 años el cuerpo del santo.
Arca de los Marfiles: fue construida en 1059 para albergar las reliquias de San Juan Bautista y San Pelayo. Es una arqueta rectangular de madera cubierta por 25 placas de marfil repartidas por los laterales y la tapa. Fue un regalo de Fernando I y Sancha.
Cáliz de doña Urraca: es una de las piezas más llamativas e importantes de este museo. Se trata de un cáliz formado por dos copas de ágata de origen romano-oriental. En el siglo XI por encargo de Doña Urraca se unieron y se forraron de oro, añadiendo decoraciones con perlas y piedras preciosas. Más tarde lo donaría a la Colegiata. Se puede ver un grabado que dice: IN NOMINE DOMINI URRACCA FREDINANDI.
El Portapaz: un objeto litúrgico cristiano catalogado dentro de las artes suntuarias del románico leonés del siglo XII. Es una pequeña pieza de forma almendrada de unos 13 centímetros, realizada en los talleres reales de León en una base de madera cubierta de orfebrería y marfil tallado.
El Pendón de Baeza: es una bandera farpada en la cual se puede ver la figura de San Isidoro como guerrero a caballo. Según la leyenda, se dice que el santo intervino en el cerco de Baeza. Se cree que el pendón se realizó a mitad del siglo XIV.
Arqueta de los Esmaltes: es un arca principalmente fabricada para contener reliquias. Está construida en roble con 17 planchas de esmalte donde se representa la crucifixión y el pantocrátor. Se cree que corresponde entre finales del siglo XII y principios del XIII.
Cajas Árabes: se trata de una pequeña colección de tesoros cuyo origen no está aún del todo claro y se desconoce como llegaron a la basílica. Las hipótesis señalan a que pueden ser un botín de guerra ofrecido por los reyes o un regalo de nobles musulmanes.
El Panteón de los Reyes es otra de las partes más interesantes del museo. Aquí se encuentran enterrados 33 miembros de la corte del Reino de León. Es un pequeño espacio que no supera los 8 metros de lado, en el que se distinguen 3 naves abovedadas sujetas por robustas columnas.
La simbología que se puede encontrar tanto el los capiteles como en los frescos de su bóveda es bastante rica y variada. Los frescos han dado a esta sala el sobrenombre de La Capilla Sixtina del Arte Románico. Aunque se desconoce su autoría, se sabe que las pinturas fueron realizadas en 1149, antes de la consagración de la basílica. En ellas se representan distintos murales con escenas bíblicas y cotidianas. La Anunciación a los Pastores, la Degollación de los Inocentes, la Santa Cena, la Visión de San Juan, el Pantocrátor y un curioso calendario agrícola son las pinturas más importantes del Panteón de los Reyes.
Los capiteles de las columnas muestran relieves de simbología vegetal, destacando alguna con simbología bíblica como son las representaciones de la Resurrección de Lázaro y la Curación de Leprosos.
Teléfono 987 876 161
Fax 987 876 162
Página web http://www.sanisidorodeleon.net