El Antiguo Convento de San Marcos es una de las construcciones históricas más importantes de la ciudad de León.
Con una fachada de unos 100 metros, el Antiguo Monasterio de San Marcos, ahora convertido en hotel parador de cinco estrellas, posee una hermosa iglesia consagrada en 1541 y un fantástico museo arqueológico.
El actual edificio fue un regalo de Fernando el Católico a la ciudad de León, quien donó una gran cantidad de dinero para realizar esta construcción, uno de los monumentos más importantes del renacimiento español. Está considerada una de las grandes joyas de la arquitectura de la ciudad y del país, junto a la Basílica de San Isidoro y la Catedral.
Los orígenes del Convento de San Marcos se remontan al siglo XII, cuando la hija de Alfonso VII, la infanta Sancha de Castilla, donó una gran cantidad de dinero para la construcción de un modesto alberque a las afueras de la ciudad con el fin de dar cobijo a los peregrinos del Camino de Santiago y gente pobre.
En el siglo XVI gracias a una donación del entonces rey de España Fernando el Católico, se construyó el gran edificio de estilo gótico-plateresco que se puede ver en la actualidad. Fueron muchos los arquitectos que participaron en la construcción, en unos trabajos que se alargaron hasta principios del siglo VXIII.
El monasterio dejó de utilizarse como tal en 1836 hasta que se instaló definitivamente el Parador Nacional de León en 1964. En esa franja de tiempo llegó a tener distintas utilidades: sirvió como escuela de segunda enseñanza, escuela de veterinaria, hospital penitenciario, prisión militar, casa de misiones de la Compañía de Jesús y casa central de estudios de los Padres Escolapios, entre otras muchas instituciones.
El ilustre escritor español Francisco de Quevedo estuvo encerrado entre las paredes de San Marcos durante casi cuatro años "de rigurosísima prisión, enfermo de tres heridas, que con los fríos y la vecindad de un río que tengo por cabecera, se me han cancerado, y por falta de cirujano, no sin piedad, me han visto cauterizar con mis manos; tan pobre que de limosnas me han abrigado y entretenido la vida. El horror de mis trabajos ha espantado a todos".
Durante su encierro en una de las celdas del monasterio se dedicó a escribir parte de sus obras como por ejemplo: "Vida de S. Pablo", "Constancia y paciencia del Santo Job" y "Providencia de Dios".
El Parador de San Marcos guarda en la actualidad infinidad de elementos que se han ido conservando y que le dan ese encanto especial que lo caracteriza.
En su interior se pueden contemplar innumerables muestras artísticas y elementos decorativos. El visitante se encontrará con pinturas flamencas, tapices, muebles recuperados de la iglesia y tallas de madera.
La Iglesia de San Marcos, que se construyó en el año 1531 y se consagró 10 años más tarde, consta de una amplia nave cubierta con una estrellada bóveda de crucería. Es de estilo gótico decadente y destaca el coro de sillería elaborado por Juan de Juni y Guillermo Doncel.
La Iglesia de San Marcos también aloja parte del Museo de León, creado desde el año 1869 y donde se muestran colecciones arqueológicas y de arte antiguo. La antigüedad de las colecciones abarcan el Paleolítico, Neolítico, la Edad de Bronce, la época romana y el medievo.
Destacan las piezas románicas del siglo XI y XII, las esculturas procedentes de Sahagún, el Cristo del Marfil del Monasterio de Carrizo, las esculturas de Juan de Juni o las yeserías decorativas del palacio de Enrique de Trastamara.
La mayor parte de piezas se alojan actualmente en el Edificio Pallarés, en la céntrica Plaza de Santo Domingo.
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